martes, 17 de mayo de 2016

¡Campeones!


El Racing de Ferrol marchaba en primera posición desde la jornada 7. El campeón no fue líder nunca antes. No importa. Lo relevante es no cómo se hace sino cómo se acaba. Evaluación continua. Y los de Pedro Munitis, a lo largo de la campaña, han sido como ese alumno talentoso que ha estudiado dos días antes para el test definitivo. El Racing de Ferrol, mucho más aplicado desde el principio de curso, se ha pasado de vueltas. A los gallegos se les ha hecho muy largo. Como a Australia el pasado Festival de Eurovisión. El campeonato de la regularidad es así.
El Racing de este domingo ya tenía poco que perder y mucho que ganar.Después del sinsabor de Ferrol, en esta ocasión se trataba de hacer los deberes y esperar el milagro. Por eso los cántabros salieron desde el minuto 1 a superar a un Coruxo que hacía tiempo que había confirmado su aprobado. Durante los primeros 45 minutos, los locales dejaron una muy buena imagen. La de un aspirante de verdad. Y desde los compases iniciales empezaron a llegar las ocasiones verdiblancas. Aunque en las gradas, en los banquillos, en el palco y en la zona de prensa había exceso de información. Dos escenarios distintos a los que estar atentos.
Para los incrédulos de la posible gesta, que eran mayoría en los Campos de Sport, las esperanzas se multiplicaron en el minuto 30, cuando Óscar Fernández puso por delante al Racing. Coulibaly inició la galopada y se coló en el área gallega. Un zaguero cortó el avance, pero el rechace le cayó al canterano, quien golpeó con rabia la pelota y la incrustó en la meta gallega. El Racing, desde ese momento, se convertía campeón virtual. En Santander, el guión marchaba favorable. Sin embargo, por el momento no había noticias desde Astorga.
Los cántabros siguieron a lo suyo. Coulibaly, este domingo el mejor del Racing, pudo hacer el segundo. Pero el gol que esperaban todos los racinguistas llegó en el minuto 39 de una tarde de auténtico infarto. El talentoso David Bandera marcó de penalti para adelantar al Astorgafrente al líder. Sin duda, el tanto más celebrado de toda la temporada en los Campos de Sport. El Racing de Ferrol debía hacer dos goles para darle la vuelta a la tortilla. Alcanzado el descanso y con 45 minutos por delante, era mejor no lanzar las bufandas al vuelo.
Nada más producirse la reanudación, el Astorga anotó el segundo. Los racinguistas se frotaban los ojos. El título estaba ahí. Pero el Racing no había cerrado su partido y, con el paso de los minutos, el miedo a perder y los nervios fueron creciendo sobre el césped y en la platea.
Los de Pedro Munitis –dirigidos por Gonzalo Colsa ante la sanción del primer entrenador verdiblanco– perdieron gran parte de la posesión y, pese a que el Coruxo apenas creo peligro, la incertidumbre rondaba el ambiente. Y eso que Coulibaly pudo sentenciar la contienda. El disparo del senegalés pasó por debajo de las piernas del meta Fernando, pero un zaguero gallego salvó bajo palos el que podía haber sido el tanto de la tranquilidad. También Isma Cerro, con un remate acrobático que el meta visitante despejó con una gran parada.’
El Racing de Ferrol había recortado distancias en Astorga (2-1). Parecía imposible que, en menos de diez minutos, el anterior líder marcase los dos tantos que necesitaba. Pero los recuerdos del descenso del año pasado en Albacete están aún muy frescos. El pitido final en La Eragudina alivió gran parte de la tensión. «¡Vamos, dale, Racing. Vamos, campeón!», coreó toda la grada de los Campos de Sport. Al unísono y, ahora sí, con las bufandas girando en el aire, justo cuando el colegiado señaló el término de un campeonato larguísimo, irregular e intenso, pero, lo más importante, con el final más feliz posible. «Lo mejor está por llegar», vaticina Borja Granero. Reus, Murcia o Madrid. El ascenso, la vida, se jugará allí

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